La sociedad actual, sobre todo los más jóvenes de nuestros días, viven rodeados con una gran variedad de videojuegos y tecnologías que utilizan a diario sin necesidad de preguntarse ¿cómo se ha creado el videojuego o sus componentes?, ¿podría diseñar mis propios personajes?, ¿podría inventar escenarios?... y, además, ¿podría construir mis propios videojuegos? la respuesta es SÍ. Los videojuegos representan para ellos un elemento informático de enorme atractivo al estar muy próximo al tipo de dispositivos que ellos manejan a diario. Además, como el comportamiento de los personajes se “programa” a través de un ordenador les resulta aún más interesante.